Aunque todo ésto es más o menos temporal, hay cosas de las que no voy a disfrutar más por un tiempo. Mañanas en la cama, compañías imprescindibles, y éste bicho queriendo subirse a la cama en mitad de la noche. A lo que se acostumbra uno, tanto que se va a echar de menos... Al menos hasta diciembre...
3 comentarios:
Mmm... ¿Hasta diciembre? ¿No existen las carreteras y los coches con transportín? :)
Claro que los hay, pero decidimos que, al menos de primeras, el perro iba a estar mejor con alguien que tuviese más tiempo para él, porque yo, empezando el trabajo a las 7:30 y con el cansancio que voy a acumular por la dificultad con el idioma y la falta de costumbre, no iba a poder atenderlo tan bien como otros con más tiempo. Si que lo veré, pero me había acostumbrado a tener perro a tiempo completo. Y algunas otras cosas, claro, el post es, digamos, simbólico, porque ahora mismo estamos todos un poco desperdigados de más por aquí, temporalmente...
Temporalmente es la palabra clave :)
Y el hecho de que hay cosas que son atemporales, en la memoria, en los sentidos, en las distancias... que esperan siempre.
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